Palabra y silencio fundantes
Indagación sobre las bases de la convivencia humana
Dr. Luis Armando Aguilar Sahagún
Instituto de Filosofía / IFFIM
Docente investigador
Instituto Agustín Palacios Escudero/ IAPE CIENCIAS HUMANISTAS
Asesor y profesor invitado
Introducción
El lenguaje pasa siempre por un derrumbamiento,
Jean Sulivan, L´Éxode, Paris, 1980, p. 27
Nuestro tiempo parece de una crisis de alteridad y de embotamiento de la mente y del lenguaje que no atina a nombrarse a sí mismo ni a identificar las causas de su propio vacío.
La torre de Babel puede ser vista como un símbolo de la desmesura humana o bien como una bendición para el hombre. La diversidad de sentidos, la riqueza de significaciones de cada lengua es tan inabarcable que reducirlas a una sola empobrecería nuestro ser, nuestro poder recrear el mundo por la palabra.
En la palabra el hombre intuye algo del misterio que es él para sí mismo así como de la posibilidad de comunicar y compartir con los demás, desde las cuestiones más banales hasta las de su más honda intimidad.
Los poetas han ayudado a los hombres a descubrir posibilidades insospechadas de establecer una relación con el mundo. La poesía puede ser portadora de verdad y no solo de belleza y es tan necesaria al hombre como el lenguaje más exacto que pueda hacer posible el conocimiento científico.
La palabra tiene una densidad en la vida común solo comparable a la del silencio. El silencio no es la ausencia del lenguaje, una especie de vacío de palabras y de comunicación.
La paradoja del silencio es no ser un “vacío”, un hueco. No tiene que ver con “la nada” más que la apariencia. Porque el silencio es una plenitud de sentido y una fuente de fuerza vital. Es, así mismo, un modo de intensa comunicación, cuando ya sobran las palabras, o cuando “ya no dicen nada…”
El presente trabajo tiene el propósito de profundizar en la significación de la palabra en la íntima relación que guarda con el silencio no más allá de lo que decimos y callamos, sino desde el fondo, nombrable e innombrable a la vez. Lo hemos dividido en tres partes. En la primera buscamos describir algunos rasgos de la cultura y de la convivencia humana en la que se resaltan los contrastes de lo que significa el silencio y su ausencia, la concepción del hombre que podemos suponer y la manera de concebir el conocimiento según la cual la palabra es dicha al hombre y por el hombre en su aproximación al mundo. En un segundo momento presentamos la manera en que tres pensadores contemporáneos de origen judío se han aproximado a este fenómeno: Martin Buber, Simone Weil y Emmanuel Lévinas. Cada uno, desde supuestos muy distintos, ha enfatizado un aspecto del decir, del callar y del responder. Finalmente, en un tercer momento, se recogen algunos de las intuiciones de estos pensadores para, en un intento de diálogo con ellos, sacar algunas de las implicaciones que nos parecen seguirse para el modo en que nos vemos invitados a comprendernos y a actuar de cara a las situaciones que se nos van presentando en el día a día, como un llamado ineludible.